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¿Mi empresa debe estar en las redes sociales?
Las redes sociales han recuperado el modelo de comunicación previo a la revolución industrial y a los medios de comunicación masivos que dictaban la agenda de temas a seguir. En definitiva, se ha recuperado aquella comunicación tradicional, la que se realizaba en los sitios públicos (plazas o mercados locales, entre otros): la conversación. La digitalización que trajeron consigo los ordenadores, la conectividad que ofrece Internet, y la potencia exponencial que se ha logrado con los dispositivos móviles, explica la fuerza que tienen las redes sociales ahora.
Este modelo de comunicación hace posible el debate entre los usuarios, y entre los usuarios y la empresa. De esta manera se logra que ya no sea la oferta y la demanda quienes determinan la calidad y el precio de los productos; ahora es el usuario quien ha recuperado este poder, ya que es posible expresar una opinión y compartirla con el resto de público.
Las redes sociales se han convertido en las nuevas plazas en la que todos tenemos el poder de expresar nuestras experiencias y nuestras demandas. Pero es una herramienta que esta al servicio de todos. No solo del usuario, sino también de la empresa, el periodista, el medio de comunicación, el alcalde; para todos y cada uno de nosotros.
Gracias a esto, ahora el consumidor puede preguntar, reclamar, solicitar y, en definitiva, conversar con las marcas. Muchas empresas han entendido este cambio y se han unido de manera activa en esta conversación. Han descubierto que si escuchan, responden y adecuan su estilo a las distintas redes sociales, tendrán mayor aceptación por parte de su público.
En conclusión y respondiendo la pregunta inicial: ¡Sí! Hay que estar en las redes sociales y, para lograrlo, es necesario contar con el asesoramiento de profesionales cualificados, que entiendan este modelo de comunicación y puedan utilizar estas herramientas de la mejor manera posible, adaptándolas para que cada empresa consiga aquellos logros que se propone. Algo que en Ippi llevamos años realizando, adaptando la comunicación de nuestros clientes a los nuevos soportes y medios de comunicar que internet y las nuevas tecnologías nos han proporcionado. Y todo ello sin olvidarnos de seguir mirando hacia delante, a la espera de vislumbrar los nuevos modelos de comunicación que están aún por llegar.
Tengo 17 preguntas para usted
En la imagen que ilustra este post aparecen Dustin Hoffman y Robert Redford a punto de destapar el caso Watergate. Ay, cuántas vocaciones habrán surgido a partir de esta película-ficción. Y no digamos de la serie Periodistas.
Para destensar un poco la coyuntura actual, echarle un poco de humor y de paso hacer un repaso de las últimas ocurrencias en gif animados, aquí va un cuestionario de todas aquellas preguntas que nos hacen a los periodistas… las personas que no saben de qué va el periodismo o la comunicación. Y que por eso son doblemente divertidas. O dolorosas, según se mire:
http://www.buzzfeed.com/guillermodelpalacio/tengo-una-pregunta-para-usted
Añadiría una de mis favoritas: ¡Eres periodista! ¿Sales en televisión? Tres respuestas posibles:
1. Sí, en las noticias sobre desempleo en España.
2. No: ni soy rico ni político ni estoy en la casa de Gran Hermano.
3. Creo que una vez me hice un selfie mientras grababan un reportaje en el Retiro.
Pese a todo, animo a los jóvenes a que lo intenten. En el fondo, es fácil; cualquiera que escribe sobre aquello de lo que más o menos sabe ya es periodista, según las últimas estadísticas.
Aurelio Rapado.
Facebook, 12 años de éxito de una iniciativa local y global a un tiempo
Facebook está de cumpleaños. Celebra que hace más de una década, un 4 de febrero de 2004, Mark Zuckerberg, un estudiante de ingeniería informática de Harvard, subió a la red una página web destinada a que los alumnos de dicha universidad pudieran intercambiar contenidos de manera fluida y sencilla a través de Internet. Poco podía imaginar entonces que tan solo 12 años después, su pequeño experimento tendría 1.650 millones de usuarios activos a escala global, convirtiéndole en el sexto hombre más rico del mundo.
Al menos 1.000 millones de usuarios se conectan a diario a Facebook, una empresa que ganó 3.690 millones de dólares en 2015 y vio crecer sus ingresos un 44%. Los últimos cinco años han marcado la diferencia. Esta red ha doblado el número de perfiles activos, gracias en gran medida a la generalización de los teléfonos inteligentes y el internet móvil, con precios “populares” que han permitido el acceso a usuarios que, anteriormente, pocas veces se ponían delante de una pantalla.
Paradójicamente, este fenómeno que, a priori, ha catapultado Facebook al universo global, también ha potenciado las raíces locales con las que nació. La proliferación de los denominados “Grupos”, muy específicos, ya sea por su ámbito geográfico como por su temática, ha permitido la interconexión de miles de usuarios a los que une una misma ubicación geográfica, su amor por las mascotas, el senderismo, la gastronomía o montar en bicicleta, por poner solo algunos ejemplos.
Este tipo de grupos tan específicos, circunscritos habitualmente a ámbitos locales, han permitido también dinamizar el tejido empresarial de dichas comunidades, dotándolas de espacios virtuales muy segmentados en los que resulta relativamente sencillo acceder al cliente potencial. Restaurantes, centros comerciales, clínicas veterinarias, dentistas, papelerías, ferreterías y un largo etcétera de servicios que los usuarios demandan en su entorno más cercano y que pueden ser promocionados con relativa facilidad por profesionales de la comunicación en redes, de manera autónoma, a un coste accesible, gracias a la economía de escala que puede generar su conversión en “influencer” en un entorno local.
Facebook también ha sabido ver esa oportunidad de negocio a la hora de proponer sus servicios de las denominadas “publicaciones promocionadas”, ya que gracias precisamente esa cercanía e interacción de sus miembros, resulta sencillo para esta red social conocer el ámbito geográfico en el que interactúa cada usuario, sus aficiones, e incluso preferencias de compra, lo que facilita una segmentación muy ajustada del público potencial y un mayor ajuste en los costes de campaña, que pueden llegarse a permitir incluso pequeños negocios locales.
Tal y como dijo el propio Mark Zuckerberg en el acto conmemorativo del cumpleaños de Facebook celebrado la pasada semana, al presentar el vídeo conmemorativo de la amistad que han ofrecido a los usuarios, “más que hacer un cumpleaños centrado en nosotros, nos hemos centrado en lo que está pasando, en las historias de gente que se conectan en todo el mundo y resultan inspiradoras”. Ese toque inspirador, social y, sobre todo, dotado de cercanía, es el que permite que una red social como esta, claramente global, se haga cada vez más local en la interacción entre los usuarios, una característica con la que nació y que sigue vigente como clave en su éxito.
Raquel López Suárez.
Una apuesta de éxito: “Estimado universo, llámenlo iPhone 7”
Uno de los sueños de cualquier marca es llegar al máximo de usuarios posibles, aunque en muchas ocasiones no es viable por la inversión que esto supone. La mercadotecnia encuentra en el periodismo una vía para lograrlo: el Newsjacking o el arte de saber aprovechar las oportunidades que ofrecen las noticias de actualidad para cualquier negocio.
El pasado jueves, Apple descubrió en San Francisco el nombre de sus dos nuevos móviles, y como viene siendo habitual recurrieron a las “generaciones S”, presentando así los modelos iPhone 6S y 6S Plus. Algo ya previsible dentro de las apuestas durante el último mes, y en las que, según la opinión de los expertos, la saga iPhone debía seguir la secuencia lógica según su política de nombres.
Pero hay alguien que parecía no estar de acuerdo, una agencia neoyorquina de publicidad llamada 6S Marketing.
Para manifestar su opinión, y de paso ganar visibilidad mediática aprovechando esta oportunidad única, la mencionada agencia adquirió uno de los paneles luminosos de publicidad de Times Square, en Nueva York:
“Estimado universo, por favor llámenlo iPhone 7. Atentamente, 6S Marketing”.
A su vez estacionaron un camión publicitario en la puerta del buque insignia de Apple en la Quinta Avenida, esta vez dirigiéndose expresamente a la compañía:
“Estimado Apple, por favor llámenlo iPhone7”. Atentamente, 6S Marketing”.
En el Blog de la agencia, su CEO escribió una entrada titulada:
“Estimado Apple, por favor llámenlo iPhone7 #WeAre6S por Chris Breikss”
En ella explicaba estos movimientos y se justificaba así: «Yo quería empezar diciendo que somos grandes admiradores, somos usuarios de iPhone desde hace mucho tiempo. Somos iMessagers devotos y simpatizantes firmes de Siri. Por lo tanto, estamos muy entusiasmados con el lanzamiento de su próximo iPhone, y nos han llegado los rumores de que lo van a llamar «iPhone 6S.» Nos gustaría pedirles que reconsideraran».
Así se creó una brillante acción de Newsjacking que ha dado la vuelta al mundo. Hoy hay más de 8.000 artículos en las búsquedas de Google News hablando de 6S Marketing y más de 600 tweets usando el hashtag #WeAre6S
Imaginaos todo lo que se puede conseguir para una empresa a través de las formas tradicionales de comunicación y relaciones públicas.
El fraude de algunos influencers en las redes sociales
Llevamos tiempo escuchando hablar, en el mundo del social media, de los llamados influencers: personajes cuya opinión motiva que otras personas realicen determinadas acciones. Personas capaces de generar confianza y que, gracias a su experiencia en una materia en concreto, logran aumentar la credibilidad de las marcas. El verdadero experto a quien se consulta cuando se tienen dudas.
Se trata de un auténtico fenómeno social (léase en inglés), que incluso cuenta con empresas en cuyas webs puedes encontrar listados de personas que se dedican a esto. Pero en este mundo social nos encontramos, al igual que en la vida real, con muchas personas absorbidas por su ego y aparentar. Personas que viven del cuento o de las falsas apariencias.
Podemos ver perfiles en las redes sociales con miles de seguidores que te hacen pensar: “Este debe ser bueno porque le sigue muchísima gente”. A la hora de que una empresa entre a valorar si pagan los servicios de un influencer para conseguir lo que se denomina como engagement, el objetivo más preciado de las marcas y, como consecuencia, el de incrementar sus ventas, es muy tentador y sencillo dejarse llevar por los “miles” de seguidores de una cuenta en concreto y creer que esa persona, como influencer, debe ser buenísima. Pero ¿son conscientes las empresas del nivel de engaño que se mueve en las redes? ¿Saben que en el nombre del marketing se cometen muchas tropelías?
Nadie mejor que la publicista Gaby Castellanos para explicarlo en su blog. ¡Os dejamos con esta interesante lectura para agosto y os deseamos unas felices vacaciones!
La app de ‘Gran Hermano’: Desafío Total… a lo privado
La comunicación, todos lo sabemos, ya no tiene límites con las nuevas tecnologías. Lo malo es cuando las posibilidades incluyen entrometerse en tu vida privada. Este debate está servido, pero desde hace mucho tiempo.
La novedad ahora es que cualquiera te puede vigilar… si tienes instalada cierta aplicación en el móvil. Si corres mucho con el coche, si frecuentas algún lugar poco recomendable o peor, si no estás donde dijiste que ibas a estar, ¡cuidado! No hace falta que te delates en Facebook o Instagram: ya existe software ‘espía’ que te rastrea las 24 horas. Y ojo con deshacerte del programa: en algunos países es ilegal.
Mujer despedida en EE UU por desinstalar una app que la vigilaba
Gracias a estas apps, nos habremos convertido en concursantes involuntarios de Gran Hermano, pero sin cobrar ni decir groserías (si no quieres). Aunque consolémonos: es mejor bajarse un bonito geolocalizador en el móvil que un chip corporal, por si te entran ganas de “desinstalarlo”:
Desafío Total: una escena de narices.
Los tribunales no se han pronunciado aún en España sobre la legalidad o no del procedimiento. Da igual. Unas veces darán la razón al controlador y otras, al controlado. De momento, o mantenemos una conducta intachable o, por si acaso, dejamos el móvil en la oficina durmiendo.
Aurelio Rapado.
Empatizar para comunicar
En la lejana Sudáfrica, en una carretera cercana a Kruger, existe un centro de rehabilitación de especies llamado Hoedspruit Endangered Species Centre. En sus instalaciones curan, con el objetivo de reintroducirlos en la naturaleza, si es posible, a guepardos, leones, buitres, perros salvajes o rinocerontes. Llevar a cabo esa tarea conlleva numerosos gastos. Pero en los últimos años el centro cuenta con una importante ayuda: las redes sociales. Muchas personas colaboran con este centro gracias al altavoz que suponen redes como Facebook, Twitter, Instagram o YouTube. Debido a los numerosos post y tweets que el centro emite cada día, de todas partes del planeta les llega financiación para estos animales. ¿Por qué? Sin duda, por la labor de acercamiento que proporcionan las redes sociales.
Multitasking with #Matimba pic.twitter.com/OX0n22qFNG
— HESC (@Cheetah_Centre) noviembre 29, 2014
Las personas empatizan con las causas y objetivos que defienden estas organizaciones gracias a la cercanía que proporciona tener información día a día, poder ver fotos y vídeos, leer historias…. Eso no habría sido posible hace 15 años. Empatizar para comunicar. Es la clave. Si no hubieran existido estos canales de comunicación, muchos turistas que hoy día son donantes económicos de este centro probablemente no lo serían, y no porque no quisieran ayudar sino porque, en el trajín de la vida diaria, a la vuelta del viaje, se les habría olvidado la existencia de este centro tan alejado de su casa.
Las organizaciones no gubernamentales deben saber aprovechar al máximo la oportunidad que las redes les brindan para conectar con las personas. En contextos de crisis como los actuales, seguir manteniendo el interés y facilitar la empatía es fundamental y eso no se consigue haciendo socios por la calle. Para este cometido, Internet es la vía. Otro ejemplo de éxito en este tipo de comunicación es la Fundación Josep Carreras contra la leucemia. En sus redes no cesan de subir testimonios, normalmente positivos, de personas que han sufrido alguna enfermedad de la sangre. Son tan cercanos que no puedes dejar de leerlos. Poco a poco, el mensaje va calando. Dona médula, dona médula. Por cierto, en septiembre del año pasado el número de inscritos como donantes de médula creció un 30 % con respecto al año anterior.
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